martes, septiembre 22, 2015

A una joven española/Miguel Riofrío

Vuelvan las antiguas lunas
Que oyeron trovas sentidas,
De lo profundo salidas
De algún pecho plañidor:
Que entonces la voz del alma,
Más excelsa por más pura,
Con noble dicha o trisura
Exhalaba el trovador

Si invocáramos membranzas
Donde el Cid como astro brilla,
Doblando la mi rodilla
Yo dijera a tu beldad;
Noble dama, ya la noche
Sus hondos misterios deja,
y viene a oir en tu reja
Canción de amor y de lealtad

En tu antigua, noble España
Valiera tu donosura
Cien arranques de aventura,
Cien y cien triunfos de honor.
Y hubiera en los mis cantares
Noble suspiro profundo.
Mágico acento fecundo
De la verdad y el amor.

Antes que el brillo del oro
Cegara a nuestros abuelos.
Hubo fúlgidos consuelos
De amor, esperanza y fe;
Daba a pechos varoniles
Su elevación la belleza:
La mujer la fortaleza
De todos los héroes fue.

Cantó su fe el caballero
y el trovador sus amores;
¡De qué fuentes los cantores
Sacaban la inspiración!
Hoy bebemos nuestras dudas
Con las heces del hastío,
Y el pecho cansado y frío
Da de hielo su canción...

Cuando eran mujer y gloria
El más preciado tesoro.
Todo canto era sonoro
Y exelsa toda beldad;
Hoy que el áureo ruido aturde
Y áureo peso al mundo abruma,
Y canta la resta y suma,
¡Los trovadores callad!

Fuente: Antología Poética de Autores Lojanos-UTPL/Paulina Soto-Ángel Jiménez.

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